domingo, 20 de diciembre de 2015

¿Empate técnico?

Noche de calculadoras. Se habla de ingobernabilidad.
Pero ya hay datos definitivos. Los acaba de dar la vicepresidenta.
"¿Quién ha ganado?" no es la pregunta, sino: "¿Quién puede gobernar?"
 Ahí van unas sumas:
PP + Ciudadanos (que ya dijo que le daría su voto a Rajoy para evitar nuevas elecciones) =
162
PSOE + Podemos + Unidad Popular (Izquierda Unida)=
Lo mismo, 162.

La mayoría absoluta son 176 escaños.

¿Pero de verdad es posible el segundo pacto que he calculado?
¿Qué preferirán votar en la sesión de investidura el resto de partidos?

Cuestión de tiempo que alguien (¿Felipe González?) invoque la estabilidad para clamar por un gran pacto de estado PPSOE.
Por lo demás, se ha cumplido el guión a medias: hostiazo del PP, que es el que más baja aunque quede primero; el PSOE resiste mucho mejor y queda segundo; Podemos, tercero, y Ciudadanos, cuarto.

El sistema electoral español, como siempre, hace que el PNV saque el triple de escaños que IU-Unidad Popular (6 frente a 2) habiendo sacado IU el triple de votos. Pero con el actual equilibrio de fuerzas, es posible que esa ley electoral cambie, porque Ciudadanos y Podemos ya hablan de reformarla.
Atención al batacazo de Bildu (7 diputados de Amaiur hace 4 años, 2 de EH Bildu ahora) y al efecto Podemos en Euskadi (primera fuerza en votos, acaba de decir Iglesias, así como en Cataluña).

Por otra parte, un posible gobierno de PSOE + Podemos + Esquerra posibilitaría, ¡por fin!, un referéndum de independencia en Cataluña.

PD: los fieles del PP no cantan victoria. Delante de la sede del PP en Génova no hay casi nadie.

PD2: un vistazo fugaz a la televisión me mostró anoche (escribo ya hoy lunes) que los del PP celebraban en Génova la 'victoria', al final se animaron. Fue la última imagen de la noche con la que me fui a la cama. Pero lo dicho: ¿podrán gobernar?

sábado, 19 de diciembre de 2015

Ojo al voto!

Pues si la tele se 'salta' la jornada de reflexión, yo también. Un saludo.
Acabo de pasar por la sala. Mi padre estaba viendo la Sexta. Hablaban del cierre de campaña de anoche. (Me he perdido a los cuatro fantásticos) Ha salido Garzón (IU-Unidad Popular), que ha dicho que ellos son la auténtica alternativa de izquierdas y que van a desbordar las urnas, y después ha salido Herzog, de UPyD (UPADance para los amigos), aparentemente confiado también en "dar la sorpresa".
Es curioso, tanto IU como UPD obtuvieron buen resultado en las europeas del año pasado (IU con 6 europarlamentarios; UPD, no sé si 4), pero se puso el foco sobre Podemos (el PP se pasó todo el verano advirtiendo de que venía el lobo por ese lado, como si no existira IU).
¿Y Ciudadanos, de dónde ha salido? Porque Pablemos irrumpió por sorpresa con un buen resultado electoral que no previó ninguna encuesta, pero me huele que Ciudadanos obtuvo antes el foco que los buenos resultados en las encuestas.
¿No os huele todo esto?
Aúpan a Podemos para desalojar a IU. Y alimentan a Ciudadanos porque Podemos había crecido demasiado.
Y no digo que Podemos fuera un mero producto en origen, lo que digo es que lo han ido aupando a la par que se moderaba.
No creo en un master of puppets o varios que muevan todos los hilos, no soy conspiranoico, pero se puede favorecer a unos o a otros según convenga, aparte de que pueden haber surgido más por ambición oportunista que por vocación de servir al pueblo.
Tampoco tengo vocación de maldito ni demonizo al 'sistema', que algunos lo nombran como si fuera Mordor :D. Pero he querido escribir esto para invitaros a ser críticos (que no criticones) y advertir contra las promociones engañosas. ¡Que no te den gato por liebre!

viernes, 18 de diciembre de 2015

Todos los votos son necesarios

¡Por fin se acaba la campaña!
Reconozco que he participado activamente, más en Facebook que en este blog, pero es un alivio que termine.
Eso sí, aún no tengo decidido mi voto, a diferencia de en otras ocasiones.
Lo veo complicado, ahora mismo... Tengo toda la jornada de reflexión para pensármelo, pero, ¿voto lo que siempre he votado, lo más íntegro, honesto, coherente... o me inclino por los nuevos que me tientan y tienen opciones?
En mi perfil ya he revelado mis dos opciones. Si viviera en Madrid, lo tendría claro, pero en Gipuzkoa, con sólo 6 diputados y tres senadores en juego, temo que IU tenga pocas opciones de sacar alguno, si es que alguna vez lo ha hecho.
¿Mi quiniela? 2 diputados PNV, otros 2 Bildu, uno para el PSE y otro para Podemos, pero eso será si les votamos, claro.
¿Voto para quedarme con la conciencia tranquila o hago eso que llaman voto útil?
Son preguntas que me hago a mí mismo. Sé que no me las vais a contestar vosotros. Pero igual alguien me entiende o está en la misma situación.
¡Reforma electoral y circunscripción única ya!
Algo me dice que lo más responsable y práctico es intentar cambiar las cosas, y que ésta puede ser una buena ocasión. Pero como Podemos nos salga rana y IU desaparezca porque votamos "útil", nos quedamos sin nada.
Qué dilema.


Eso sí, puede que echemos de menos estas semanas de campaña cuando empiece el rollo de las negociaciones pre-pactos: flirteos, coqueteos, celos, traiciones, donde dije digo, digo Diego, etc. 

¡A reflexionar, y el domingo, a votar! Porque no sé si existe un voto útil, pero creo firmemente en que todos los votos son necesarios.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Contra el sectarismo en política

En política, nos comportamos a menudo como en el fútbol. Como hooligans. Sin reflexión. Sintiendo los colores. Sin admitir errores propios ni aciertos del rival.
En mi caso, yo admito que seguramente votaré a Garzón o Iglesias sin haber consultado sus programas, sólo por lo que me transmiten y porque me identifico con sus posiciones. Esa identificación tiene que ver mucho con la identidad propia, con el sentirse mejor con uno mismo. Una orientación política que a menudo se hereda.
La izquierda, desde su identificación con lo progresista, suele gozar de cierta superioridad moral en la sociedad, sobre todo en ésta que sufrió una dictadura de derechas (pero de 1936 o 39 a 1975, es decir, hace cuarenta años), régimen del que la derecha siempre tiene que desmarcarse para que no le lluevan las críticas. De hecho, a menudo, basta con calificar al adversario de ser de derechas o "de lo que haga falta", como hizo Iglesias con Rivera en el debate a tres de El País, para descalificarlo por completo ante los propios. Porque a menudo se habla así, para los propios, la mayoría de los mensajes son de consumo interno, más que para tratar de ganarse al rival.
Así, por ejemplo, se acusa a Ciudadanos, que no me gusta, de no tener ideología (cuando no de ser facha), como el mayor de los descréditos, pero no sé yo si a menudo se confunde la ideología con una fe que deja poco resquicio al pensamiento propio e independiente. Es decir, que temo que ese conjunto de ideas adquiridas sea incompatible con el discernir propio y autónomo.
Como he dicho, siempre he estado rodeado por gente de izquierdas y es la corriente con la que me identifico, pero también con la que he tenido que lidiar cuando me han disgustado pensamientos únicos, fanatismos, falta de autocrítica, corrientes o mareas (por no llamarlas modas) en las que se forman coros de voces, que no de mentes, monocordes, y demás vicios adquiridos por unos y por otros (también por los de derechas).
Un amigo de derechas me dijo hace poco que todos somos meros altavoces, repetidores de nuestras respectivas facciones, que amplificamos los mensajes que nos vienen desde arriba. Yo no me resigno a ser eso. Por eso he escrito esto.
Un saludo y muchas gracias por leerme.

¿Popular o impopular?

El Frente Popular, de izquierdas, ganó las elecciones en España en 1936 (poco antes del alzamiento contra la Segunda República). Tras la muerte de Franco, Fraga fundó Alianza Popular (actualmente, Partido Popular). Ahora, Alberto Garzón (Izquierda Unida) lidera como candidato a presidente la Unidad Popular.
Por otra parte, creo que fue la Revolución Francesa la que consagró el concepto de ciudadano (citoyen). Aquello sí que fue "los de abajo contra los de arriba". Y ahora Albert Rivera, que como dice Pablo Iglesias, es "de lo que haga falta", se presenta también a presidente por Ciudadanos.
"Po-de-mos" (¿recordáis el tono?) era el lema con el que Cuatro retransmitió la Eurocopa de 2008, que al final ganó la selección española. Y Podemos es el partido de Pablo Iglesias, que sacó 5 eurodiputados por sorpresa en las europeas de mayo de 2014, alcaldías como las de Madrid y Barcelona en común con otras fuerzas este año, y ahora aspira a la remontada (porque las encuestas no le son tan favorables como antes) el 20 de diciembre (las elecciones generales, en las que elegimos a los diputados del Congreso, que designa al gobierno, y a los senadores).
Está bien que haya dónde elegir. Ya hemos conseguido algo.
Este comentario sobre denominaciones venía a cuento de eso que llaman "política líquida". A veces no sé qué es mejor, si esos viejos tiempos con principios férreos y líderes genocidas tipo Stalin o Hitler (comunista uno, nacional-socialista el otro), o estos más modernos, pero tal como lo acabo de presentar, parece claro que no me gustan los "ismos" o ideologías asesinas, de las que surgen nuevas, como el DAESH (tardaba en mencionarlo, ¿eh?), pero que parece que se diluyen, afortunadamente.
Lo que no acepto es que nos vendan que da todo igual, que es todo lo mismo. He mencionado a Garzón, a Iglesias, y confío en ellos, y también en Julio Anguita, que no ha querido hacer campaña por ninguno de los dos para no crear todavía más división en la izquierda. División de la que se beneficiará Rajoy, para que nos vamos a engañar. Pero aunque el PP vuelva a ser la fuerza más votada, algo ya ha cambiado.