viernes, 21 de octubre de 2016

Verdades sobre nuestras lenguas

"Quiéreme menos y háblame más" era un lema usado hace años para promocionar el uso del euskera, e iba dirigido a todos aquellos a los que se les llena la boca de loas a esta lengua... en castellano. Que mucho la quieren de boquilla, pero no la usan.
Hace unos días, el Gobierno Vasco sacó pecho porque un tercio de los vascos ya conoce el euskera (otra cosa es que lo usen). A mí me parece más un fracaso que un éxito.
Durante décadas, el pensamiento políticamente correcto imperante en Euskadi ha convertido el euskera en un tótem, y cualquier matiz o cuestionamiento, en tabú. El euskera era nuestra lengua, la que nos unía a los vascos.
¿De verdad? ¿A cuántos? ¿A ese tercio bilingüe? ¿O a todos los que la aman... de boquilla?
Porque,  ¿qué pasa con los dos tercios que nos expresamos mejor en nuestra lengua materna, la castellana? Aunque a algunos todavía les dé vergüenza, y otros sigan mirando el pedigrí de cada cual como si fuéramos canes, y otorgan carnets de vasco, ¡a estas alturas! ¿Por qué se puede ser "más vasco o menos vasco", incluso habiendo nacido aquí?

¿Estamos tontos? ¡Fuera complejos! ¡Igualdad! ¡Libertad! Y, sobre todo, por favor, ¡realismo!

Todo este rollo de las identidades, los complejos, tanta hipocresía y la politización, entre otros factores, no hacen ningún favor al euskera, un rico patrimonio que tenemos a nuestra disposición todos los vascos. Quiérela menos, pero háblala más.
 
Ah: respecto a Franco. El dictador lleva más años muerto de los que gobernó. Buscaros otra excusa mejor.
 
¿Seguimos hablando de "nuestra lengua", o empezamos a amar la tuya y la mía, sea cual sea la que nos permita comunicarnos, expresarnos, amarnos?
¿Comenzamos a amarnos y a aceptarnos primero a nosotros mismos?
¿Nos dejamos de postureos políticamente correctos?
 
Hay que bajar el euskera del pedestal a la calle, o dejarnos de hipocresías.
 
Os dejo con un vídeo muy divertido. Sobre todo me gusta cuando canta: "Soy abertzale, pero de euskera no sé ni papa. Por eso, en vez del Berria, compro el Gara". Genial.
 
 
 

lunes, 10 de octubre de 2016

Crónica de una doble inauguración

Por fin, tras un largo verano de intensos trabajos, el Callejón 13 abrió sus puertas el pasado sábado 1 de octubre, en la calle Marino Tabuyo, 13. Zorionak a Vicky y a Ana, quienes no veían la hora de inaugurar el nuevo local. Y nosotros, tampoco, como demostramos llenándolo ese sábado.
Sería injusto mencionar quienes sé que estuvieron, porque les conozco, porque nombraría a todos los amigos que acudieron y obviaría a mucha gente que no conozco, pero que seguro que era asidua del Callejón cuando estaba en la calle Iztueta, y mucho antes de que yo lo descubriera.
Igualmente, no voy a poner fotos, pero ya habréis visto las que sacó Rosa y que Vicky subió a su perfil de Facebook.
A eso de las 19.00 horas de aquel sábado, todo estaba listo, los nervios a flor de piel, y empezaron a llegar los primeros clientes a degustar sus consumiciones y el picoteo que había preparado. Las condiciones y la decoración del local causaron grata impresión.
Un par de horas después, llegó el espectáculo de la noche, que corrió a cargo de Lo a la guitarra, Angélica a la flauta, y Laura San Juan al lienzo y pincel. No en vano, la música pintada era una de las estrellas de la programación en la anterior etapa del bar.
Después, la música corrió a cargo de DJ Zuhaitz, Ibon para los amigos, y estrenamos con ánimo e ilusión la pista de baile.

No conforme con una inauguración, Callejón 13 programó su reinauguración para el pasado viernes, 8. Esta vez amenizaron la velada el humor y la danza de Nabarro eta Laura y la música de Javier Paiva, acompañado por Ainhoa como bailarina.
Javier tuvo bellísimas palabras para Vicky y Ana, y la noche concluyó con Vicky a los platos como DJ Paddock.

¡Larga vida al Callejón 13!