lunes, 27 de abril de 2015

Soul Sebastián

El soul de Sergio Nguema abrirá esta semana la jam session drugstore que Leize Gorria organiza en el bar Regatta de la calle Fuenterrabia cada jueves. Nguema, también bailarín y coreógrafo, nos deleitará con su voz e interpretará clásicos del rythm’n’blues y el soul. A las 20.00 horas (puntual). Una cita que no os podéis perder.

Siempre en la calle - Black Gamba

Derribad los muros de Facebook. Id más allá de estas fachadas.
Tejamos redes antisociales.
Que corra el aire por las ventanas de Windows,
que nos oxigene sin oxidarnos.
Desplegad las velas para navegar por charcos,
salid de los pozos de sabiduría,
mojaos con lluvia y no con "Je sui"s,
explorad lo cercano
y acaricidiad lo intangible.
No piéis en Twitter, gritad al viento
o susurrad a los oídos.
No fotografiéis por Instagram,
capturad la realidad sin filtros.
No dejéis que la experiencia pasada os prive de experimentar,
aprended de los aciertos,
caed en la tentación,
...
y terminad vosotros esta canción.
(Me han llamado por teléfono y me han devuelto a la realidad. Que está ahí fuera, como siempre).

sábado, 25 de abril de 2015

Kantandantes




De izquierda a derecha: Sara Grajal, Aintzane Crujeiras, Pablo Biurrun y Karlos Nguema.

¿Qué decir de ellos? Para empezar, que son amigos míos. Empiezo por ahí por honestidad, pero también porque creo que nadie puede decir nada mejor de otra persona que eso; y porque estoy orgulloso de cómo se han desenvuelto en su nuevo espectáculo, Kantandantes.
Ha sido esta noche de sábado en la sala de actos del centro Kontadores en Bidebieta, Donostia-San Sebastián. Con el aforo repleto y el público aplaudiendo cada canción. Porque ellos se merecen eso y más.
Teatro musicalizado como ellos lo llaman o comedia musical para entendernos. Dentro de este último género que acabo de mencionar, he visto el año pasado en el Kursaal "Los miserables" y hace más tiempo en el Victoria Eugenia "Chicago", pero frente a ambos clásicos, me quedo con estos cuatro artistas. Porque aunque no fueran mis amigos, son más cercanos. Porque su repertorio conecta con el público. Porque yo como parte del mismo no me quito de la cabeza ahora mismo el estribillo del último tema.
Se les podrá reprochar algunas cosas (no muchas). Que no son temas propios, por ejemplo, pero tampoco los intérpretes de los musicales que he mencionado antes habían compuesto ellos los temas. Al fin y al cabo, lo que a Kantandantes le puede faltar de original le sobra de fresco.
La puesta en escena es sencilla pero efectiva; los temas están muy bien escogidos y les quedan redondos; y encima sé que no han ensayado mucho los cabrones (que eso del trabajo está muy bien, pero yo cuando acudo a un espectáculo voy a ver talento).
Sé lo que le ha costado a Biurrun su parte, incluso se lo he notado en la cara. Más mérito todavía. A diferencia de los otros tres, Pablo no es actor, y sin embargo ha salido airoso, además de llevar con maestría el mayor peso de las melodías con su guitarra al pie del cañón.
En definitiva, un espectáculo simpático a la par que atractivo, que engancha desde el primer momento, en el que los intérpretes despliegan sus dotes interpretativas y musicales para meterse al público en el bolsillo. Ya he dicho alguna vez, aunque en Facebook, que la de Grajal es la mejor voz de Donostia, pero es que Crujeiras y Nguema no le van a la zaga. Si a esto añadimos que todos tienen sus momentos estelares; la mezcla de géneros (rumba, pop, flamenco e incluso cabaret, por citar algunos); la osadía de alternar canciones clásicas pero imperecederas con otras menos conocidas, demostrando un gusto musical y un criterio impecables; y qué se yo, que lo han dado todo y yo qué menos podía ofrecerles que esta humilde crónica antes de meterme al sobre, que ya tengo ganas.
Hala, buenas noches.

viernes, 24 de abril de 2015

El Callejón de la música


Gracias a Vicky Bizarro por organizar en su bar El Callejón en el barrio donostiarra de Gros conciertos y espectáculos diversos de martes a domingo.
Anoche se subieron al escenario a improvisar Antxon con su bajo y Asier con su darbuka, y se marcaron unos temas de aire flamenco, como le gusta a Antxon, miembro del grupo Sabur que tiene el arrojo de convertir en principal un instrumento como el bajo que suele quedar relegado por el protagonismo de la guitarra a una labor callada, discreta, pero básica y fundamental.
En la segunda parte del espectáculo,el irlandés  Fergal, a la izquierda de la imagen, dio un giro a la noche con su guitarra y sus temas folk y country, acompañado por la maestría de Antxon, Asier y Kixki a la armónica.
Muchas gracias y un fuerte abrazo a todos

jueves, 23 de abril de 2015

Revista de actualidad

Un blog sirve, entre otras cosas, para no dar la chapa en Facebook. Chapas como la que justo he escrito ahora, y que la publico aquí como repaso a los acontecimientos recientes, a modo de caja del tiempo: dentro de x tiempo, veremos si todo esto que ahora nos importa tanto se nos ha olvidado, cómo nuevas noticias han desplazado a éstas de entre nuestros intereses o si simplemente se han repetido las historias con distintos protagonistas y escenarios.

Hace poco los yihadistas (nombre comunmente aceptado, aunque la yihad signifique otra cosa) somalíes de Al-Saba o como se escriba cometieron una masacre en una universidad de Kenia. Leí por aquí críticas al escaso eco que tuvo en las redes sociales, frente al éxito viral del "je suis Charlie".
Más recientemente, 700 inmigrantes, si no me equivoco, se han ahogado en el Mediterráneo. Mar Muerto, titulaba un periódico, porque es un drama incesante.
Lo del crío de la ballesta ha sido más cerca pero me importa menos. Lo siento, eso sí, por las víctimas.
¿Y lo del avión estrellado en los Alpes que fue, antes de lo de Kenia? Es que últimamente ando algo desconectado. Por eso escribo este post.
Lo último es cómo han detenido a la de Femen (rodilla en el cuello) frente a la amable detención de Rodrigo Rato.
También he visto recientemente llorar la muerte de Galeano, y menos la de Gunter Grass. Un recordatorio desde aquí para el también fallecido Terry Pratchet por ser ídolo de un colega. Pero nos quedan sus obras.
A lo que voy: que veo que desde las elecciones andaluzas no había tocado en mi muro de Facebook la "actualidad". Que os veía a muchos comprometidos, indignados, solidarios, interesados o simplemente al tanto, pero yo estaba a otras cosas. Y que gracias por, indirectamente, tenerme al tanto de todo lo demás porque últimamente no veo ni las noticias.
Pero creo que, aún centrándome más en mí mismo, también he conectado con los demás porque, al fin y al cabo, todas las personas tenemos mucho en común.
Un saludo

martes, 21 de abril de 2015

¿Qué me pasa, doctor?

Kaixo, hola, good morning, aspaldiko.
La anterior entrada, "Donostia tiene funky", es la primera que meto en mucho tiempo. Creo que ya comenté alguna vez en este mismo espacio que este blog fluctúa y va por avenidas que lo inundan, espaciadas entre grandes periodos de sequía. Y no es que en esas épocas el autor esté seco, sino que lo poco que publico, lo hago en el Facebook.
Así que aprovecho esta reanimación para pegar aquí un comentario que puse en Facebook hace no mucho:

El truco de la bata blanca

El truco de la bata blanca que deslumbra en los anuncios de detergentes no es nuevo: lo inventaron los médicos. No os dejéis deslumbrar. La autoridad es peligrosa, sobre todo cuando el que la ostenta encubre con falsa seguridad que no lo sabe todo. Ocurre a todos los niveles.
Del mismo modo, tampoco caigáis en fiaros de cualquier cosa alternativa que leáis en internet.
¿Mi receta? Escepticismo. No pidas seguridad, no pidas certezas. Nunca ha existido algo así.
Claro que ahora pienso en un caso concreto. En uno cercano al que los profesionales llevan demasiado tiempo aplicando más de lo mismo sin ningún resultado positivo (más bien negativo). Si haces siempre lo mismo, conseguirás siempre el mismo resultado, que ya lo dijo Einstein, pero no hace falta ser un Einstein para entender eso.
Y ahora se han sacado de la manga para aplicarle una técnica agresiva y arcaica, que digo yo que, si era la solución, y si no es tan mala, por qué no se la han aplicado antes. Así que me huele a "como no sabemos qué hacer, vamos a probar con esto". Como le hagan daño, me van a tener enfrente.
Yo no tengo la panacea, claro. Es que eso no existe. No sé "más que los médicos". Para nada. Escribo desde la humildad del que es consciente de sus limitaciones y no trata de encubrirlas con el brillo de una bata, como en el anuncio de detergentes.
Simplemente pienso que, si no saben qué hacer, que no le hagan más daño.
(Y aparte de escribir en Facebook, y antes que eso, lo que he hecho es mediar para consultar al profesional más reputado que conozco a ver si se interesa por el caso, con permiso de la familia).
Imagino que la mayoría no os estaréis enterando de qué va la cosa porque omito datos a saco. Lo siento, pero el objetivo era desahogarme (objetivo cumplido) y de paso lanzar un mensaje obvio: nadie lo sabe todo, la autoridad absoluta es peligrosa, la fe ciega también y conviene tomar las cosas con cierto grado de escepticismo, contrastar la información y todo eso.

Aprovechando que este blog es anónimo, añado:

El problema de mi amigo (cuya identidad no revelo como tampoco la mía aquí) está en su cabeza (con esto no quiero decir que no lo tenga, sino que es psiquiátrico); sin embargo, no es una enfermedad de las mayores como esquizofrenia o bipolaridad, sino un bloqueo mental: no se cansa de repetir que no puede pensar. ¿Y sabéis qué le dan? Pastillas de esas que se toma la gente para no pensar. Lo están envenenando (la dosis hace el veneno, y tanto tiempo tal cantidad lo es). Y la técnica milagrosa que quieren aplicarle ahora es el electroshock o electrochoque; en teoría, para estimularle. A ver: si lo que quieren es estimularle, ¿por qué llevan meses sedándole? Y si las descargas no son peligrosas, ¿por qué no se las han dado antes?
La frase hecha del título de esta entrada, "¿Qué me pasa, doctor?", creo que ilustra a las claras cómo nos abandonamos desesperados en manos de los que creemos que saben. Lo que yo quiero denunciar es que no lo saben todo porque la psiquiatría está en pañales, como he oído muchas veces de profesionales de esta disciplina; que nadie lo sabe todo y menos un psiquiatra; que el primero que tiene que saber qué siente es uno mismo (aunque desgraciadamente en enfermedades como la psicosis, uno mismo sea el último en enterarse de que ha desvariado); que los pacientes deben informarse, contrastar y pedir segundas opiniones; y que les daría a los psiquiatras un poco de sus propias "medicinas" para que sepan qué están administrando (me refiero especialmente a los fármacos antipsicóticos, de los que abusan a la hora de recetar como panacea; los antidepresivos son más benignos y los ansiolíticos vienen bien de vez en cuando).

Seguiremos informando. Ojalá algún día tenga buenas noticias sobre este caso.

Donostia tiene funky



Black Gamba es una de esas bandas locales que se pierde el gran público, cuando su música es perfectamente apta para el deleite de las masas, sin querer decir con ello que pequen de concesiones a lo que despectivamente se llama "música comercial". Porque Black Gamba no es un producto de mercadotecnia, sino un crisol donde confluyen las influencias y la creatividad de un grupo de amigos bien avenidos, que derrochan química y profesionalidad sobre el escenario.
Los ingredientes del estilo Black Gamba son un poco de reggae, otro poco de funky y un mucho de melodías y letras pegadizas y quedonas, como demostraron el pasado viernes 17 en el Aquarium de Donostia-San Sebastián en la presentación de su nuevo disco, llamado precisamente Aquarium. El espectacular auditorio del museo donostiarra se quedó pequeño ante la gran afluencia de público, y las sillas sobraron cuando Karlos Nguema, vocalista junto a Aintzane Crujeiras, instó al público a levantarse para poder, por fin, bailar como nos pedía el cuerpo.
Nguema y Crujeiras actuaron como siempre arropados por James, Rubén, Xabi y Bjorn, que componen la parte instrumental de una maquinaria musical perfectamente engrasada y sincronizada, mientras que Sergio Nguema aportó sus bailes para amenizar un espectáculo redondo.
Posteriormente, los artistas confesaron sentirse abrumados por la acogida de los asistentes, pero fue mucho más lo que ellos nos dieron. Porque los aplausos y vítores se quedaron cortos para expresar el buen rato que pasamos.