sábado, 9 de julio de 2016

Reflexiones varias

A continuación, os obsequio con una serie de reflexiones, que cuestan menos que las flexiones, y que, además, las estabáis esperando, porque en junio he estado muy callado.

En primer lugar, por lo del torero muerto hoy (que por suerte, en los encierros de San Fermín de este año, de momento, no ha habido muertes).
El toro es un animal precioso e inocente, pero, qué cosas, me identifico más con mis congéneres, incluso con los toreros y los guiris borrachos, quienes tengo entendido que son de mi misma especie, animalicos de Dios como yo.
Así que desde aquí, aún a costa de grangearme enemistades, abogo por la protección del género humano, me declaro humanista, y apelo a prohibir a las personas enfrentarse a otras bestias por su propia seguridad.
Y ya, de paso, que prohiban el tabaco para agosto, que es cuando quiero dejarlo (pero que lo prohiban bien prohibido).
Porque, admitámoslo, no sabemos cuidarnos solos.
 
Por otra parte, sobre el amor. Rula por ahí la siguiente carta, muy buena:
http://ohyeea.com/haz-lo-sea-no-parezca-amor-la-carta-la-miles-se-identifican/
Critica la tendencia actual a fingir que pasamos del amor, que sólo queremos sexo, que no sentimos nada, y a rehuir el compromiso.
Desde aquí declaro que dejaré de fingir que sólo quiero sexo cuando cualquier cosa que se asemeje a una declaración de amor, aunque sea un simple "me gustas" o demostrar que te importa la otra persona, no suponga ponerla en fuga.
Es decir, que me enrroco en el "tú primera"
 
Por cierto, ¿sabéis qué es un 68? Un "te debo una".

Otro tema de actualidad: un artículo que se titula: "¿Por qué estoy agotado si tengo sólo 30 años?".
http://www.revistagq.com/noticias/articulos/por-que-estoy-agotado-si-tengo-solo-30-anos/23864
La respuesta es bien sencilla. El autor tiene mucha vida social, un curro relativamente exigente, habla a diario no sé cuántos idiomas y, en su tiempo libre, así como en sus vacaciones, realiza todo un despliegue de actividades a cual más cool. Seguro que tiene barba y moño. Termina diciendo que igual es que es un poco gilipollas. Yo no podría decirlo mejor. 

Y mi favorito: el de la carta a la chica del bañador verde, no por previsible menos hermoso:
¿Qué puedo decir? Me ha conmovido. Me siento el chico del bañador verde, que a veces os olvidáis de nosotros y yo no veo más que maromos musculados y de facciones proporcionadas en los medios.

 
Cuando Facebook me pregunta "¿Qué piensas?", no sabe lo que hace. Y yo, entro al trapo. Como los animalicos astados. 

Hala, a cascarla (pero con cariño)
 
Me despido con un cartelico, que así parezco más listo, si cabe:


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