domingo, 30 de abril de 2017

Un Fachabook para distraerlos a todos

¿Cuándo creamos el Fachabook? Propongo que el fondo sea azul, censuren pezones femeninos, y sirva para que los contestatarios de izquierdas se conformen con manifestarse sólo ahí, en su burbuja, retroalimentándose sin cambiar nada, que dentro de sus círculos impere lo políticamente correcto mientras ahí fuera ganen Trumps y Le Pens... Espera...
Creo que el fenómeno ése de retroalimentación que favorece Facebook se ha definido como "campana de eco", porque te metes dentro y te devuelve tu opinión. Cuando das tu aprobación a ciertos contenidos, la red social lo tiene en cuenta para mostrarte más de lo mismo. De hecho, un estudio calculó una vez que los usuarios que definía como progresistas sólo llegaban a ver un 23% de contenidos contrarios a su parecer. Y mucho porcentaje me parece ya.
Aunque a veces, les gusta cabrearse, y por eso vuelven virales vídeos de agresiones fascistas o declaraciones de obispos católicos, por ejemplo. Bueno, dicen que es para erradicarlas. Y de hecho, los linchamientos virtuales están a la orden del día.
El año pasado, leí un artículo muy bueno que defendía que nos terminamos autocensurando para evitar que alguno de los bandos en contienda nos linche, y por tanto todos los contenidos se vuelven monótonos, repetitivos, nadie asoma la cabeza para que no se la corten.



 

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