domingo, 28 de agosto de 2016

Crónicas de El Callejón (13) I


Érase un plumilla que escribía fluido, del tirón y sin pensárselo, que se topó con un reto del copón: escribir las crónicas del Callejón.

¿Quién, yo?
-- Sí, tú, que escribes bien. "El callejón 13, lo que acontece". Semanal, quincenal o mensual, lo que te salga.

En una mañana lluviosa de domingo, 28 de agosto de 2016, el escriba da comienzo a su tarea.
Y se hace un poco protagonista (un poco más) para decir: ¿quién es él? Un observador. ¿Desde cuándo? (...) ¿Sería 2014 cuando empezaron a llevarme a El Callejón?
Y allí estaba ella. Vicky Bizarro. Como antes estuvo Kuki. En la calle Iztueta del barrio donostiarra de Gros.
Nunca conocí a Kuki. Ni siquiera sé si lo he escrito bien. Si algún día hacemos una precuela de esta historia, ella será la protagonista.

Creo llegado el momento de hacer un alto para hacer un llamamiento:

Escribidnos. Poneos en contacto con Vicky o conmigo. Las crónicas del Callejón no pueden ser obra de una sola persona. Esto pide a gritos una obra coral, muchas plumas, muchos ojos, muchas voces, muchos corazones.
Porque yo soy un recién llegado, y el Callejón es de todos.

Y porque creo que se me nota, en esta introducción, que llevo tiempo sin escribir por encargo, sino cuando me sale de dentro, y que ni siquiera tenía por qué empezar hoy, en esta mañana lluviosa.

Así que podéis enviar vuestras aportaciones.

Precisamente, podéis aportar lo que El Callejón os ha aportado a vosotros. Tablas, romances, diversión, anécdotas, refugio, lo que sea. Creo que ya todos somos mayores para saber lo que pintamos y lo que interesa de lo que tenemos que decir. A mí me ha tocado ser el escriba de estas líneas, encargo que acepto entre abrumado y agradecido, pero seguro que muchos de los que leéis estas líneas sois algo más: protagonistas.

¿Recordáis los libros de "Elige tu propia aventura"?

Pues la segunda parte de esta aventura llamada El Callejón empieza muy pronto, en la calle Marino Tabuyo, 13, también en el barrio donostiarra de Gros, y tú eres el protagonista.

Con permiso de Vicky y de Ana, claro.






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